Comprender la naturaleza humana, es comprender que en la mente se hayan la raíz del dolor, de la confusión, del sufrimiento y de la liberación de ese sufrimiento.
Entrenando la mente, encontramos la solución para evitar todas las acciones negativas que nos llevan al sufrimiento y producen el sufrimiento.
Aprendemos a identificar los pensamientos negativos, a liberarnos del egoismo, a experimentar un genuino y auténtico sentimiento de compasión.
A comprender que todos formamos parte de un todo, y que todos los seres son, en esencia, en lo más profundo, buenos, valiosos y preciosos.
Del mismo modo, cultivando la mente, observándola, podemos encontrar también la lucidez para realizar las acciones que conducen a la felicidad propia y la de los demás.
Mediante la meditación trabajamos para convertir
el estruendoso torrente de nuestros pensamientos,
en un arroyo tranquilo y transparente,
donde todo sucede más despacio,
de esta forma podemos ver con más claridad
quienes somos, qué deseamos, qué queremos…
Conectar con la parte más auténtica,
valiosa y genuina de nosotros mismos.
La que no morirá jamás…