Hace ya muchos, muchos años, que caà perdidamente enamorado de esta obra en cuanto la escuché, al laúd barroco, en las manos del genial Hopkinson Smith. Su belleza, su gran riqueza y profundidad, me han acompañado a lo largo de la vida y siempre que la escucho, siento que sucede en mi interior algo muy especial. Después de varios intentos fallidos, han tenido que pasar más de 30 de años para que me atreva a interpretarla, por fin, en la guitarra clásica. Siento un enorme respeto y devoción por esta música y no me ha sido nada fácil intentar capturar su esencia y esa magia tan especial que desprende con naturalidad cuando es interpretada en el instrumento para la que fue escrita. Ternura, optimismo, amor, melancolÃa, luminosidad, oscuridad, ganas de vivir…son muchas y diversas las emociones que transmite en tan breve espacio de tiempo. Para mi es una auténtica obra maestra.
¡Espero que te guste!
Me gusta mucho la interpretación, pero lo que me llama la atención es como abrazas la guitarra, como formáis una unidad ella y tú.
¡Muchas gracias Mari por tu bonito comentario! :-)