Acepta tu pasado.
Ya va siendo hora que lo mires de frente, que lo abraces.
Que destierres las antiguas penas, que aceptes los viejos errores.
Sabiendo que, incluso en los momentos más confusos y contradictorios de tu vida, siempre ha habido un anhelo por tu parte de hacerlo lo mejor posible, de cuidarte, de acompañarte, de evitar el dolor propio y ajeno, de buscar la auténtica felicidad.
Es ese pasado el que te ha conducido a donde estás ahora.
No olvides que éste «ahora», el que estás construyendo momento a momento, será muy pronto tu «pasado».
Cada problema lleva dentro el germen de su solución.
Cada emoción conflictiva encierra una valiosa información de quien eres y qué es lo que deseas, una invitación a superarte.
Cada día la vida te regala una página en blanco.
Ahora tienes la oportunidad de construir un pasado mejor para tu futuro.