La felicidad depende exclusivamente de nosotros mismos.
Se construye día a día, a base de esfuerzo y tiempo.
Es un estado interior duradero que nace de una mente sana y serena.
Quien la experimenta de verdad, no se siente destrozado por el fracaso,
ni embriagado por el éxito.
Sabe vivir plenamente las circunstancias adversas y favorables, siendo muy consciente de que son efímeras, que todo cambia, que nada exterior permanece.
Se puede ser feliz y, a la vez, sufrir todo tipo de privaciones corporales y externas y, al contrario, ser infeliz disfrutando de buena salud y con un nivel de vida estable y acomodado.
El placer no conduce a la felicidad.
Es de naturaleza inestable y, con su repetición, suele perder atractivo y convertirse, rápidamente, en desagradable e incluso provocar rechazo.
El placer puede acompañar al odio, a la violencia, a la maldad, a la ambición, a la avidez…
Al contrario, la verdadera felicidad, perdura, crece a medida que se cultiva, se multiplica, engendra un estado de plenitud que se convierte en el fondo inmutable de nuestra personalidad.
Las personas felices desprenden una luz muy especial, cálida, serena y bondadosa.
Son como faros transparentes que nos guían en los momentos más oscuros e inciertos de nuestra vida.
Pensamientos de verano (II)
Las personas extraordinarias suelen ver en los demás siempre virtudes y no defectos, del mismo modo, son las más mediocres las que continuamente resaltan los defectos y suelen hacerlo de una forma obsesiva.
Esta negatividad hacia el entorno y hacia los demás, no es otra cosa que una mera actitud defensiva, ya que resaltando los errores e imperfecciones ajenos, pretenden esconder los propios, proyectándolos en los demás y obtener así una visión más favorable de ellos mismos.
Esta actitud, aunque muy humana, es tremendamente dañina ya que, por una parte, formula juicios parciales e injustos sobre el entorno y por otra distrae y evita la solución del auténtico problema, que no es otro que la no aceptación de los propios errores y limitaciones.
La imperfección forma parte de la preciosa existencia humana.
Los aspectos más luminosos y oscuros conviven continuamente en nosotros.
Observando con calma el fondo de nosotros mismos podremos potenciar suavemente todas aquellas actitudes que nos conducen a la luz y desterrar, poco a poco, las que nos llevan, una y otra vez, a cometer los mismos errores, alejándonos de nuestra esencia más pura llena de amor, paz y felicidad.
Pensamientos de verano (I)
Desde que nacemos, la preciosa existencia humana se debate entre el «TENER» y el «SER»:
Toda la estructura social actual nos inclina hacia una gran exaltación del «TENER», cuando esto no nos produce más que insatisfacción y nos obliga a perseguir una vana ilusión de plenitud que nunca llega, porque cuando «tenemos» siempre queremos tener más.
Es sólo en el «SER» donde se encuentra la auténtica felicidad, que nace de dentro, que perdura en el tiempo y que no depende de factores externos.
Cultivando las nobles cualidades que todos encerramos en nuestro corazón, podemos ir acallando la poderosa e ilusioria llamada del «TENER» para ir inclinando nuestra vida hacia un auténtico camino hacia el «SER».
XVI Curso de Verano Ensemble XXI en Peralta de la Sal (Huesca)
Toda la información e inscripciones: http://www.ensemblexxi.com/
Hay un lugar
Hay un lugar del que sólo los bosques hablan,
un lugar que sólo puede verse con los ojos del río,
oculto por la bruma,
inundado de estrellas,
olorosos dátiles,
construido de fuego,
fina arena,
dulce cristal,
verde hierba.
Donde el alma del viento
de tus labios llega,
y mueve las frías aguas.
Hay un lugar repleto de sirenas y corales.
Refugio de sueños olvidados.
Donde la luna de otoño revela el secreto del lago.
Lleno de luz, vida, largas miradas,furtivas caricias.
Donde el tacto de la luz es suave como una pluma,
ligero como la brisa.
Hay un lugar donde se prolonga la magia,
se estrechan las manos,
se cierran los ojos,
para parar el tiempo.
Donde si se abraza,
nunca es para apartarse,
porque la certeza del adiós no existe.
Hay un lugar…
¿Qué es para mí componer?
Crear paisajes que no existen.
Dibujar escenas imposibles.
Imaginar utópicos diálogos que juegan a ser reales.
Rememorar momentos mágicos que jamás volverán.
Perseguir hadas, desenterrar demonios.
Plantear problemas, buscar soluciones, encontrar respuestas.
Viajar por la oscuridad, buscando siempre la luz.
Surcar mares inciertos,
dejándome llevar por el rumbo impredecible de mis pensamientos.
Escribir una carta en el viento,
dejarla volar,
con la esperanza de que sea recibida por un corazón sensible.
Sondear el abismo,
pasear por misteriosos bosques,
descansar en soleados prados,
visitar altísimos lagos de aguas cristalinas.
donde ver reflejados mis sueños.
Es desnudar el alma y mirar adentro,
muy adentro y, sobretodo,
escuchar,
escuchar con mucha atención mi voz interior,
la que existió desde tiempos remotos,
desde siempre,
desde el principio,
la que me habla de quien soy,
de cuáles son mis anhelos,
mis aspiraciones más profundas.
II Encuentro de Primavera Ensemble XXI en Morillo de Tou
Como ves, los participantes podrán integrarse en la original orquesta Ensemble XXI con unas partituras adaptadas a su nivel y disfrutar del buen ambiente que caracteriza las actividades de esta formación.
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Escrito en las estrellas
Y tu rostro encendido brillaba en la noche.
De nuevo el murmullo callado
del agua que suena,
susurra antiguas palabras,
las escribe en la arena.
Palabras furtivas,
que sólo el corazón entiende,
y que nunca a los labios llegan.
De nuevo, el mar nos aleja,
un mar de sombras,
bajo la luna nueva.
Abismo negro que llama, torrente oscuro que llega.
Helada escarcha silente se cierne sobre mis velas.
Busco mi rumbo, confuso, escrito en las estrellas.
Al espacioso firmamento, pregunto con el alma inquieta
¿Dónde está el puerto seguro?
¿Dónde trazada la senda?
¿Dónde el faro encendido,
cristal transparente,
sobre la inmensa mar desierta?
Sólo el silencio lo sabe, sólo el silencio que llega.
Con oscura voz lo revela:
donde viven los sueños rotos por la eterna espera.
Sueños que llegan, peregrinos, sin que sus dueños lo sepan.
Y se reconocen y se abrazan, tan pronto como se encuentran.
Y viven lo no vivido en la otra vida despierta.
Donde no muere la hierba
Tan sólo me basta un gesto.
Una mirada.
Una punzante sonrisa.
Para entrar en un mundo dorado,
donde no muere la hierba.
Mundo soñado,
que el cuerpo no conoce
y que el corazón espera.
Tu apariencia me distrae de lo que eres.
Lo que eres me recuerda lo que fuiste.
Sin bruma y sin niebla.
Desde el principio.
Arena finísima.
Cristal transparente.
Perfumada brisa.
Puerta detrás del armario.
Fantástica senda, intuida y no vivida.
Sólo con los ojos cerrados puedo verla.
Se desdibuja a lo lejos y tiembla,
etérea, fina e inquieta.
Nos conocimos allá, en aquel sitio,
haya donde el tiempo no cuenta.
¿Recuerdas?
Donde lo no nacido se abraza,
donde no muere la hierba.
SIVANA
Me ilusiona presentarte mi nueva obra escrita para Ensemble XXI que lleva por título «SIVANA». Está inspirada en el precioso libro «El monje que vendió su Ferrari» de Robin Sharma. Obra que me impactó profundamente y que fue el inicio de un cambio muy importante en mi vida personal y espiritual.
Tengo previsto publicar las partituras, para su descarga gratuita, en breve.
Esta escrita en cuatro movimientos que puedes ver y escuchar en nuestra propia versión de Ensemble XXI grabada en directo:
¡Espero que te guste!
https://youtu.be/_PJd5VjZSu8
https://youtu.be/tutN7vs2SFs
https://youtu.be/1ZddHeBzPeE
https://youtu.be/0yhRnnWMAug
Puedes descargar la partitura completa gratis de Sivana en Free guitar duo scores with other instruments.