Siempre he pensado que la música tiene algo de misterioso, de oculto que escapa a nuestra comprensión racional.
Y es que hay veces que en el más lujoso auditorio, con el más refinado intérprete, en la más cara y cómoda butaca del diseñador más prestigioso, podemos aburrirnos muchísimo y no sentir absolutamente nada y, sin embargo, en el momento más inesperado, incluso andando por la calle, podemos escuchar a un músico popular con apenas unas nociones elementales de música que puede conmovernos y emocionarnos profundamente.
Creo que el que mejor comprendía este oculto misterio fue el gran compositor francés Claude Debussy, que dijo:
“La música no está en las notas sino en lo que hay oculto entre las notas”
Es que la música es siempre un reflejo de lo que llevamos dentro, de nuestros sentimientos y emociones, que de una forma misteriosa, se esconden entre las notas que interpretamos.
I always have thought that music is something mysterious, hidden beyond our rational understanding.
And there are times that in the most luxurious auditorium, with the finest interpreter, in the most expensive and comfortable armchair of the most prestigious designer, we can boring a lot and feel absolutely nothing, however, in the most unexpected moment, even walk down the street, we can listen to a popular musician with a few basic notions of music that can move and affect us deeply.
I think that who best understood this hidden mystery was the great French composer Claude Debussy, who said:
«Music is not in the notes but what is hidden between the notes»
The music is always a reflection of what we have inside, our feelings and emotions, that in a mysterious way, hidden between the notes.