Tenía 13 años cuando tuve entre mis manos una guitarra por primera vez, y en seguida supe que a este instrumento iba a dedicar mi vida.
Fueron años muy hermosos, donde descubrí su enorme capacidad para comunicar profundas emociones. Durante estos primeros pasos, la figura de Emilio Pujol estuvo siempre muy presente ya que mi tío, mi primer profesor, fue alumno de él.
De Pujol me fascinaron no sólo su música, sino su enorme carisma como Maestro, su carácter bondadoso, generoso, y su filosofía de vida, basada en la humildad del artista siempre al servicio del Arte y en búsqueda constante de la más alta calidad y sinceridad en la interpretación.
A él va dedicada esta composición, aunque no tuve la fortuna de conocerlo personalmente, su vida y su obra me han marcado para siempre
Podéis descargar gratuitamente la partitura en el apartado de música para guitarra sola.
Armoniosa y dulce interpretación…
Es como si la guitarra hablara, es algo más que música.
Felicidades!