La guitarra es un instrumento maravilloso, mágico.
Lo que más me fascina de él es la capacidad de definir con su sonido las características espirituales de quien lo interpreta.
El contacto íntimo y directo con las cuerdas, hace que la búsqueda del sonido por parte del intérprete se convierta en una obsesión que le acompañará durante toda la vida.
Con el tiempo, ese sonido especial, único, se convierte, cada vez más, de manera irremediable, en una fiel definición de la vida interior del músico, en una radiografía única e irrepetible de su carácter, de su sensibilidad, de sus deseos, de su corazón.
Lo que más me gusta de enseñar es ver el alma de mis alumnos a través de él.
The guitar is a wonderful instrument, magical.
What I love about it, is the ability to define with its sound the spiritual characteristics of the player.
The intimate and direct contact with the strings, makes that the pursuit of sound by the performer becomes an obsession that will last a lifetime.
Over time, that special sound, becomes in a true definition of the inner life of the musician, in a unique and unforgettable ray of his character, his sensitivity, his desires, his heart.
What I like about teaching is seeing the soul of my students through it.