Se amable y cálido contigo mismo.
Busca lo que necesitas en cada momento.
Cultiva tu mente y el corazón.
No seas injustamente crítico con tus errores.
Perdónate.
Especialmente en los momentos difíciles, escúchate y obsérvate.
Fomenta lo que te ayuda, debilita aquello que te perjudica.
Si la necesitas, pide ayuda y déjate ayudar por los que te quieren.
Sabiendo que lo que llevamos dentro es lo que volcamos en el mundo, piensa que cuidarte, no es sólo un digno gesto de amor hacia ti mismo, sino y sobretodo, un gesto también de profunda generosidad hacia los que te rodean.