Albert se ha ido de acampadada con los boys scouts.
Estoy en un bonito hotel cerca de Barcelona, con Mari.
El hotel está en el punto más alto de los alrededores, increiblemente aislado de lo que sucede abajo: autopistas, el aeropuerto, la ciudad con sus prisas…
Un oasis de calma, rodeado de pinos.
Me gustan los pinos: siempre verdes, su aroma penetrante, sus agujas secas tamizando el suelo.
Estoy tumbado mirando al cielo,los pinos, mientras Mari a mi lado se deja acariciar por el sol.
De repente una sombra marrón se mueve agil por nuestras cabezas.
Mari me dice: «Mira, es una ardilla»
Sus movimientos son preciosos, ágiles, rápidos: sube por los troncos, salta de un pino a otro, corre por encima de un cable…
Nosotros la miramos, maravillados.
En un mágico momento llega a estar sólo a unos 2 metros.
Es increible, se siente segura, confiada, está en su casa y sabe que nada malo va a sucederle.
La confianza es un tesoro valioso, escaso, cada vez más dificil de encontrar.
Y vuelvo a saborearlo mientras siento la mano de Mari en la mía.
Albert has gone camping with boys scouts.
I am in a pretty Hotel near Barcelona, with Mari.
The hotel is in the highest point of the environs, incredibly isolated of which it happens down: motorways, the airport, the city with its haste… An oasis of calm, surrounded by pines.
Within the hotel there is a medieval tower, next to the swimming pool and the pines.
I like the pines: always green, its penetrating aroma, its dry needles sifting the ground.
I am vaulted watching the sky,the pines, while Mari, next to me, is let caress by the sun.
Suddenly, a brown shade moves agile by our heads.
Mari says to me: «See, it’s a squirrel»
Its movements are precious, agile, fast: it raises by the trunks, it jumps from a pine to another one, runs over a cable.
We watched it, astonished.
In a magical moment, it stops only to 2 meters.
It is incredible, it feels safe, trusted, it is in his house and knows that nothing bad is going to happen.
The confidence is a treasure valuable, scarce, more and more difficult to find.
And I return to relish it while I feel the hand of Mari in the mine.