Despedida. Farewell.

Extraño…muy extraño.
Albert y yo, te miramos mientras desapareces entre la multitud del aeropuerto.
El aeropuerto para nosotros siempre ha significado vacaciones, alegría, ilusión…esta vez es diferente.
Mientras Albert aprieta más fuerte mi mano, te miramos, despareces tras el cristal, ya no estás.
El sol de la tarde cae, como tus lágrimas al decirnos adiós.
Mientras conduzco, regreso a casa, la oscuridad se apodera de las montañas de Montserrat, donde sigue ardiendo nuestra vela.
¿Te acuerdas?
En casa, las luces de nuestro árbol, luchan por iluminar la tristeza gris de tu ausencia.
Te queremos, te echamos tanto de menos…
Corre, tiempo, corre deprisa, por favor.
«Despedida en el lago» mp3 (de «Leyenda Irlandesa»)
Compuesta en 2001.
Partitura completa (PDF). Versión Conjunto de Guitarras
Partitura completa (PDF). Versión Dúo de Guitarras.

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Strange … very strange.
Albert and I, we look at you while vanish among the crowd of the airport.
The airport has always meant us holidays, joy, illusion … this time is different.
While Albert stronger pressed my hand, we look at you, vanish behind the glass, you are not here.
The sun falls in the afternoon, as your tears to say goodbye.
While I drive, back home, darkness seizes the mountains of Montserrat, where it continues burning our candle.
Do you remember?
At home, the lights of our tree, struggling to illuminate the gray sadness of your absence.
We love you, we miss you…a lot.
Runs, time runs fast, please.
«Farewell in the lake» mp3 (from «Irish Legend»)
Composed in 2001.
Full score (PDF). Guitar Ensemble version.
Full score (PDF). Guitar Duo versión.

Sensibilidad. Sensivity.

Como todos los viernes, después del ensayo con Ensemble XXI regreso a casa con mi coche.
La carretera está oscura pero hay una luna enorme en el horizonte que forma con su luz preciosas sombras en el campo.
Estoy muy cansado, demasiado para escuchar música.
Pienso en el ensayo, en mi música, en las notas que cambiar…, en muchas cosas que podría mejorar de mi manera de trabajar.
Pienso en mis alumnos, alguno parecía cansado, otro tenía la mirada triste, otro estaba hoy muy nervioso …etc…
Siempre me preocupo, muchas veces, seguro, sin motivo.
Pongo la radio, está hablando un importante psicólogo y dice:
«La sensibilidad nos hace vulnerables»
Tiene razón, y muchas veces sufrir sin necesidad.
Pero también nos da la capacidad de disfrutar de la belleza del arte, de la naturaleza, de emocionarnos con la bondad de la raza humana.
Quien es capaz de llorar, también lo es de reír.
La sensibilidad nos hace vivir la vida más intensamente, con sus cosas buenas y malas.
Nos recuerda que estamos vivos, y sentirse vivo es el camino que lleva a la felicidad.

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As every Friday, after the rehearsal of Ensemble XXI back home with my car.
The road is dark but there is a huge moon on the horizon that makes, with its precious light, beautiful shadows in the countryside.
I am very tired, so much for listening to music.
I think in this rehearsal, in my music, in the notes that I will change, a lot of things that could improve in my way of working.
I think in my students, some seemed tired, other had sad eyes, another was very nervous today … etc. ..
Often I feel worried, surely, without reason.
I put on the radio, it is talking a psychologist, say:
«The sensitivity becomes us vulnerable»

Surely he is right, and often we suffer unnecessarily.
But it also gives us the ability to enjoy the beauty of art, nature, of moves with the goodness of the human race.
Who is able to mourn, it is to laugh.
The sensitivity makes us live life more intensely, with its good and bad things.
It reminds us that we are alive and feeling alive is the road to happiness.

Silencio. Silence.

Música en todas partes: en las calles, en las salas de espera, en los supermercados, en las estaciones de tren, en los vagones del metro, en…
Obras maestras, de todos los tiempos, brotan de altavoces diminutos que nadie presta atención, pero que todos escuchamos.
Antiguamente, los amantes de la música realizaban penosos y largos viajes por caminos llenos de barro para poder saborear un poco de música, cuando sólo existía si alguien, con amor, era capaz de hacerla brotar de sus manos.
Ahora, es como una vacuna para el alma, corre por nuestras venas y debemos tener mucho cuidado para no volvernos, irremediablemente, inmunes a su magia.
Como decía el genial Glenn Gould, los músicos necesitamos de la soledad, del silencio incluso más que otras personas.
Amo el silencio, cada vez más.

Music everywhere: in the streets, the waiting rooms, the supermarkets, train stations, underground wagons, in…
All time masterpieces, appear from tiny loudspeakers that nobody pay attention, but that all people listen.
Formerly, the music lovers took laborious and long trips by full mud ways to be able to savor a little moment of music, when it only existed if, with love, somebody was able to make appear it of their hands.
Now, it is like a vaccine for the soul, runs by our veins and we must take a lot of care to not become, irremediably, immune to its magic.
As the brilliant Glenn Gould said, the musicians need the solitude, silence even more than other people.
I love silence, every time more and more.

Confianza.Confidence.

Albert se ha ido de acampadada con los boys scouts.
Estoy en un bonito hotel cerca de Barcelona, con Mari.
El hotel está en el punto más alto de los alrededores, increiblemente aislado de lo que sucede abajo: autopistas, el aeropuerto, la ciudad con sus prisas…
Un oasis de calma, rodeado de pinos.
Me gustan los pinos: siempre verdes, su aroma penetrante, sus agujas secas tamizando el suelo.
Estoy tumbado mirando al cielo,los pinos, mientras Mari a mi lado se deja acariciar por el sol.
De repente una sombra marrón se mueve agil por nuestras cabezas.
Mari me dice: «Mira, es una ardilla»
Sus movimientos son preciosos, ágiles, rápidos: sube por los troncos, salta de un pino a otro, corre por encima de un cable…
Nosotros la miramos, maravillados.
En un mágico momento llega a estar sólo a unos 2 metros.
Es increible, se siente segura, confiada, está en su casa y sabe que nada malo va a sucederle.
La confianza es un tesoro valioso, escaso, cada vez más dificil de encontrar.
Y vuelvo a saborearlo mientras siento la mano de Mari en la mía.

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Albert has gone camping with boys scouts.
I am in a pretty Hotel near Barcelona, with Mari.
The hotel is in the highest point of the environs, incredibly isolated of which it happens down: motorways, the airport, the city with its haste… An oasis of calm, surrounded by pines.
Within the hotel there is a medieval tower, next to the swimming pool and the pines.
I like the pines: always green, its penetrating aroma, its dry needles sifting the ground.
I am vaulted watching the sky,the pines, while Mari, next to me, is let caress by the sun.
Suddenly, a brown shade moves agile by our heads.
Mari says to me: «See, it’s a squirrel»
Its movements are precious, agile, fast: it raises by the trunks, it jumps from a pine to another one, runs over a cable.
We watched it, astonished.
In a magical moment, it stops only to 2 meters.
It is incredible, it feels safe, trusted, it is in his house and knows that nothing bad is going to happen.
The confidence is a treasure valuable, scarce, more and more difficult to find.
And I return to relish it while I feel the hand of Mari in the mine.

Tiempo de verano. Summertime.

Tiempo para mirar sin prisa.
Para escuchar tu risa en las olas.
El sudor en mi frente, el hielo, con gusto a café, en tu boca.
Tiempo de despedidas dolorosas.
De aulas vacías.
De pensar en los que se van.
Tiempo de decir siempre «más tarde», «luego lo haré».
De grandes propositos y de pocos hechos.
De viejas partituras tocadas en iglesias olvidadas.
De dejar caer las horas.
De bosques encantados, de arena dorada bajo aguas cristalinas.
De senderos olorosos bajo nuestros pies cansados.
De escuchar la tormenta desde la cama.
De jugar contigo, de ser tu amigo.
De comprarte una bola sorpresa transparente.
De manchas con sabor chocolate en tu cara.
Tiempo de mirar el juego caprichoso del viento en tu cuerpo tendido al sol.
De mejillas encendidas, de piel canela.
De llaves de colegio perdidas, de bolígrafos guardados en el cajón.
De saborear abrazos y besos, de sentir el calor de vuestras manos.
Tiempo de querer más tiempo.
De no querer perderlo.
De perseguirlo, de creer tenerlo y de comprobar, una vez más, que el tiempo, cuando queremos atraparlo, se nos escapa como la arena entre las manos.

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Time to watch without haste.
In order to listen to your laughter in the waves.
The sweat in my front, the ice, with taste to coffee, in your mouth.
Time of painful goodbyes. Of empty classrooms.
To think about who goes away.
Time to say always «later», «soon I will do it».
Of great intentions and few facts.
Of old scores played in forgotten churches.
To let drop the hours.
Of enchanted forests, sand golden under crystalline waters.
Of perfumed footpaths under our tired feet.
To listen to the storm from the bed.
To play with you, of being your friend.
To buy a ball transparent surprise.
Of spots with flavor chocolate in your face.
Time to watch the capricious game of the wind in your body tended to the sun. Of ignited cheeks, skin cinnamon.
Of lost keys of school, ball-point pens kept in the drawer.
To savor hugs and kisses, to feel the heat of your hands.
Time to want more time.
Of not wanting to lose it.
To persecute it, to believe to have it and to verify, once again, that the time, when we want to catch it, escapes to us like the sand between the hands.

Puzzle.

Desde siempre me ha gustado pasear por caminos con árboles.
Siento una agradable sensación de protección: los árboles son mis amigos, me protegen.
Nada malo va a suceder.
Las agitadas aguas de mi mente se calman, se serenan y me invade una paz limpia y clara.
A Mari le dan miedo.
Se sobresalta al más mínimo ruido del bosque.
Su mirada siempre alerta, su cuerpo en tensión.
Ella prefiere las escarpadas montañas de granito con sus lagos glaciares o teñidas de hierba por la que juegan los arroyos helados por el agua de nieve.
Tenemos que negociar: un día una excursión por un camino frondoso y otro a más de 2.000 metros donde sólo el granito y algún pino aislado pintan el paisaje y donde ella se siente tranquila.
A veces pienso que nuestras vidas encajan como las piezas de un hermoso puzzle: somos muy diferentes pero, a la vez, cada uno sin el otro se sentiría, por siempre jamás, incompleto.
Terriblemente incompleto.

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From always I have liked to take a walk by ways with trees.
I feel an pleasant sensation of protection: the trees are my friends, protect to me.
Nothing bad is going to happen.
The anxious waters of my mind calm, they are calmed and it invades me a clean and clear peace.
To Mari they give fear her.
She is frightened to the minimum noise of the forest.
Always her alert glance, her body in tension.
She prefers the craggy granite mountains with their glacier lakes or dyed of grass on the frozen streams of snow water play.
We must negotiate: a day an excursion by a leafy way and another one to more than 2,000 meters where only the granite and some isolated pine paint the landscape and where she feels calm.
Sometimes I think that our lives fit like the pieces of a beautiful puzzle: we are very different but, simultaneously, each one without the other would feel, forever, incomplete.
Terribly incomplete.

Fuego Azul. Blue Fire.

La sala de espera está llena de niños.
Algunos juegan en una mesa central pintando algunos dibujos, otros los miran desde su silla de ruedas.
En el pasillo, una camilla con una niña de 5 años, con la mirada perdida.
Mientras Albert nos enseña una pintura de Walt Disney, suena una voz:
-¡Albert Chic!
Se nos acelera el corazón, caminamos por el pasillo nerviosos y el tiempo pasa despacio, muy despacio.
Hace unos meses sometimos a Albert a una prueba y hoy venimos a recoger los resultados,nuestro corazón nos dice que está bien pero…quizás…
Desde que es pequeño ha tenido algunos problemas con la fiebre (el fuego en su frente…)
La doctora Itziar se sienta en su mesa y nos mira, tiene los ojos azules, de un azul suave, claro, dulce, sin estridencias y pienso «Unos ojos así no deberían dar nunca malas noticias»
-La prueba ha salido bien, todo es absolutamente normal, Albert está perfectamente.
Mari a mi lado sonríe, yo sonrío.
Nuestros corazones se dan la mano y juntan sus latidos, que poco a poco, se calman.
Los dos respiramos aliviados y pienso …¡El azul es un color precioso, es el color de la buena suerte…!
Y en mi interior, escucho los primeros compases, tranquilos y hermosos, de mi canción «Fuego azul»:
«Cristal y fuego azul…»

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The waiting room is full of children.
Some play in a central table painting some drawings, others watch them from their wheelchair.
In the corridor, a stretcher with a girl of 5 years, She has the lost glance.
While Albert show us a painting of Walt Disney, It sounds a voice:
– Albert Chic!
Our heart is accelerated, we walk by the corridor nervous and the time happens slowly, very slowly.
A few months ago we put Albert under a test and today we come to gather the results, our heart says that He is well but… perhaps…
Since he was a baby has had some problems with the fever (the fire in his head…)
Dr.Itziar sits down in her desk, and watches us, she has blue eyes, of a blue smooth, clear and sweet, without stridencies and I think «Eyes like these should never give bad news».
– The test has come out well, everything is absolutely normal, Albert is perfect.
Mari and I watch eachother and smile, our hearts take your hands and join their beats, that step by step, calm.
Both breath alleviated and I think «The blue is a precious color, is the color of the good luck…!
And in my interior, I listen to the first measures, calm and beautiful, of my song «Blue Fire»…:
«Cristal y fuego azul…»

Nostalgia.

De pequeño, estuve enfermo. No podía respirar bien y el médico recomendó a mis padres que me llevaran a algún lugar con aire más puro.
Cada fin de semana y en vacaciones íbamos a Tolva, un pequeño y bonito pueblo del pirineo de Huesca.
Cuando paso ahora por allí, no puedo evitar sentir una profunda nostalgia:
Nostalgia de ser otra vez aquel niño de piel morena y pantalones cortos con las rodillas destrozadas por las caidas en bicicleta,
de corretear de noche con total libertad,
de espiar el cementerio y sus ruidos ocultos, y ver moverse sombras inexistentes,
de tener tabaco escondido en el hueco de un árbol,
de correr en bicicleta mientras me persigue Freddy, el perro de la calle del medio,
de volver a subir al carro tirado por mula de Chironi,
de tener una cabaña secreta de palos y paja,
de jugar otra vez a juegos ingenuos de besos robados,
de esconderme en el viejo corral bajo un saco,
de oler a tierra mojada desde mi ventana,
de enamorarme de una manera terrible, dolorosa y sin esperanza de aquella chica de ciudad,
de temblar con solo verla,
de morir con solo mirarla…
El pasado verano volví con mi familia y enseñé a Albert, mi hijo, los lugares en los que fuí tan féliz, sin saberlo, en mi infancia.
Comprobé con asombro que aquellas montañas no eran tan grandes, ni las cuevas tan oscuras, ni los bosques tan frondosos, ni el río tan profundo, como yo los veía entonces.
Sentí tristeza, mis ojos no son los de aquel niño de 10 años y, desgraciadamente, nunca, nunca más volveran a serlo.
Carpe diem.

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When I was a child, I was ill. He could not breathe well and the doctor recommended my parents who took me to some place with purer air.
Each weekend and in vacations we went to Tolva, a small and pretty town of the Pyrenean of Huesca(Spain).
When step now that way, I cannot avoid to feel deep nostalgia: Nostalgia of being again that short boy of brown skin and trousers with the knees destroyed by the falls ones in bicycle,
pursuing at night with total freedom,
to spy on the hidden cemetery and its noises, and to see move nonexistent shades,
to have tobacco hidden in a hollow of a tree,
to run in bicycle while it persecutes Freddy to me, the dog of the street of means,
to return to raise the car thrown by mule of Chironi,
to have a secret cabin of woods and straw,
to play ingenuous games of robbed kisses again,
to hide to me in the old corral under a coat,
to smell of earth wet from my window,
to enamor to me hopelessly with a terrible, painful way and of that girl of city, to shake with single seeing her,
to die with single watching her…
The past summer I returned with my family and I taught to Albert, my son, the places in which I was so happy, without knowing it, in my childhood.
I verified with astonishment that those mountains were not so great, neither the so dark caves, nor the so leafy forests, nor the so deep river, as I saw them then.
I felt sadness, my eyes are not those of that boy of 10 years old and, unfortunately, never, never they will return more to being it.
Carpe diem.