Nuestros pies se hunden en la arena, mientras el Mediterraneo sonríe a nuestro lado bajo un generoso sol de primavera.
Hace 16 años que lo hacen en la misma dirección.
Recoges pequeños tesoros: cristales de colores, conchas…mientras yo pienso que el mío ya lo llevo de mi mano.
El tiempo pasa, caminamos en silencio, sin rumbo, dejándonos llevar por el viento y el canto del mar, con la confianza de quienes han navegado mucho, han vivido mucho y no necesitan ya timonel que guíe su camino porque se sienten seguros.
Como leyéndome el pensamiento, una vez más, me dices:
-Recuerda que tenemos que regresar y hemos ido muy lejos.
Es tan fácil dejarse llevar…
La tarde cae y todo se inunda de belleza mientras el sol muere sobre el agua y, como nuestras vidas, se vuelve cada vez más precioso, de una belleza casi insoportable.
Y regresamos, porque una parte de nosotros, de nuestra felicidad, nos espera en la otra orilla.
Our feet sink into the sand, while the Mediterranean smiles us under a generous sun of spring.
16 years ago that our feet are going to the same direction.
You collect small treasures: colored glass, shells … while I think that my best treasure is now in my hand.
Time passes, we walked in silence, aimlessly, getting carried away by the wind and the singing of the sea, with the confidence of those who have sailed a lot, have lived much longer and do not need helmsman to guide their steps because feel safe.
Once again, you read my thinking and say:
-Remember, we must to come back and have gone very far.
It’s so easy to get carried away …
The evening falls and everything is flooded of beauty while the sun dies on water and, like our lives become ever more precious, of an unbearable beauty.
And we return, because a part of us, of our happiness, is waiting on the other side.