Es un placer presentaros la actividad más importante que organizamos desde Ensemble XXI.
Yo participo como profesor de guitarra y también como director de un gran ensemble formado por todos los alumnos del Curso.
XIII Curso Internacional de Música Ensemble XXI
Lugar: Peralta de la Sal (Huesca) (España)
Del 7 al 13 de julio de 2013.
PROFESORES:
Ane Matxain, violín
Alejandro Garrido, viola
Juan Pérez de Albéniz, cello
Luis Cojal, contrabajo
Miguel Ángel Angulo, flauta
Emilio Ferrando, clarinete
Letizia Guerra, guitarra
José Antonio Chic, guitarra/ensemble
Clases individuales, música de cámara, orquesta de cuerda, gran ensemble… y muy muy buen ambiente :-)
Detalles e inscripciones: Ensemble XXI. XIII Curso en Peralta de la Sal.
Archivo del Autor: José Antonio Chic
Mi música en The Juilliard School (III)
Por tercer año consecutivo, tengo el gran honor de formar parte del programa que interpretarán los alumnos de Tali Roth, profesora de guitarra de la prestigiosa Juilliard School de Nueva York.
Los alumnos del Pre-College Guitar Ensemble, Jonathan Bodian, Joseph Douglass, Shogo Senda, Daniel Lee, Elizabeth Katz, Maximilian Marra, Kang Min Shin, cerrarán su conicerto anual con el estreno en EE UU de mi obra «Pegaso», cuarto movimiento de cuarteto para guitarra “El lenguaje de las estrellas”.
El concierto tendrá lugar el 23 de marzo de 2013 a las 18.00 h en el Morse Hall (60 Lincoln Plaza, New York).
Puedes descargar y escuchar esta obra en Free guitar quartet scores.
¡Me siento muy afortunado!
¿Por qué canta el mirlo?
Cada primavera, llega a nuestra casa un misterioso visitante.
Se trata de un mirlo, que suele arrullarnos con su canto en la oscuridad de la noche.
Precisamente esta noche, vaya Ud. a saber porqué, me he despertado muy temprano.
Mari, con muchos años de «práctica» nocturna a mi lado, muy propensa a la conversación totalmente inconsciente en sueños, ha intuido que no dormía y me ha dicho:
-Qué haces despierto.
– No lo sé, son las cuatro y media de la madrugada, escucho al mirlo, que ha regresado como todos los años por primavera.
– ¿Por qué canta a estas horas?
No tengo ni la más remota idea del porqué se produce este extraño fenómeno, pero le doy la respuesta más poética que se me ocurre…
– Canta para complacer a su amada que se encuentra en el nido incubando los huevos de los que nacerán sus crías. Sigue durmiendo, es muy, muy temprano yo voy a escucharlo un poco más…
Mari ha proferido una onomatopeya ininteligible y ha seguido deleitándose en una de sus actividades predilectas, en los brazos de Morfeo.
Ya por la mañana, leo en Wikipedia…» El canto del mirlo está considerado como uno de los más bellos cantos de las aves de Europa. La riqueza de su repertorio, sus variaciones melódicas y la capacidad de improvisar distinguen al mirlo europeo de la mayoría de las demás aves»
¡Claro! :-)
¡Cómo podría un artista de este tamaño permitir que el ruidoso ritmo de la ciudad o el canto de los demás pájaros eclipsara su obra de Arte!
Me gusta pensar que ama el silencio,
brillar en la oscuridad,
que canta para ser escuchado con atención,
sin interferencias,
sin distracciones,
con la esperanza de que su belleza sea apreciada.
Estoy convencido que su sensibilidad,
su creatividad,
sus sentimientos,
tienen mucho más en común con los nuestros de lo que podemos llegar a sospechar.
Weiss y mis sueños.
Hay obras musicales que penetran profundamente en nosotros y nos hechizan con su magia de una manera tan intensa que su efecto perdura largamente en el tiempo.
En mi vida he tenido la gran fortuna de encontrarme con varias de ellas, son como un dulce «amor a primera vista» (en esta caso primera oída…) y así como el amor es difícil de describir con palabras, lo que siento cuando las escucho es una mezcla de sentimientos complejos que podrían resumirse quizás con una sola palabra:
emoción, profunda emoción
La pieza en concreto de la que quiero hablarte hoy es el «Preludio para laúd en Re M» de Silvius Leopold Weiss interpretado por el muy querido y admirado Hopkinson Smith.
Recuerdo perfectamente mi primer contacto con la obra, en el principio de los 80 en ese importante centro de sabiduría guitarrística que era por aquel entonces la «Academia d’Arts Musicals Luthier» de Barcelona.
Allí, muchos jóvenes como yo, tuvimos un primer contacto con los más grandes del momento: el mencionado Hopkinson Smith, David Russell, Manuel Barrueco, el que fue más tarde mi profesor en Basilea Oscar Ghiglia, del que aprendí tantas y tantas cosas sobre la guitarra y la vida…y muchos otros en una época que nos marcó para siempre.
Mi vida era, por aquel entonces, un prometedor conjunto de sueños e ilusiones, la música sería mi camino y quería aprender, desarrollando mis cualidades para poder encontrar mi lugar en el mundo.
De repente el servicio militar mi obligó a trasladarme a Madrid, concretamente al Cuartel General del Aire, en Moncloa.
Intenté por todos los medios no perder el hilo de mi formación musical y guitarrística: iba todos los días al desván de un luthier a estudiar, lleno de encanto y misterioso, donde una vez descubrí un dibujo precioso… ¡Del mismísimo Leo Brouwer!
Al sol de la tarde, solía buscar un rincón tranquilo en el «Parque del Oeste», muy cerca del cuartel, para escuchar música en mi «walkman» y leer las cartas que me mandaba Mari, que acabaría siendo mi mujer unos años más tarde
Una de las obras más escuchadas y preferidas de esos días fue este maravilloso Preludio de Weiss.
Me parece una obra llena de luz, de optimismo, de ganas de vivir.
Después de tantos años, esta mañana me he decidido, por algún motivo que escapa a mi comprensión, a trabajarla con mi guitarra con vistas a un concierto como solista que tengo previsto realizar el verano próximo.
Nunca lo había hecho antes, desconozco el motivo.
La sensación de tocarla ha sido maravillosa y la emoción ha renacido, con las notas han despertado muchos de los recuerdos de aquella época, mis sueños, mis aspiraciones, una amistad que iba poco a poco transformándose en algo más…
Es como si la música de Weiss me surrurara al oído:
«…eres muy afortunado, muchos de tus sueños de aquellos tiempos se han cumplido, aunque ahora ya no tienes 20 años no dejes nunca de soñar, todavía hay muchos metas por conseguir y momentos fascinantes y maravillosos por llegar».
Aquí tienes la grabación en mp3 de este maravilloso preludio interpretado por Hopkinson Smith:
Silvius Leopold Weiss – (N) Pièces en ré majeur Prélude
New free classical guitar score
Me alegra mucho compartir contigo mi propia versión de mi obra “En mi ventana un castillo nº 2″
La partitura está disponible para su descarga en Free classical guitar scores.
¡Espero que te guste!
¡Feliz Navidad!
Sobre la felicidad (II)
Concierto de Navidad con Eugenia Boix y Hopkinson Smith.
Apreciados amigos, me complace presentaros el Concierto de Navidad de Ensemble XXI; la orquesta que dirijo y para la que compongo regularmente, como podéis ver en el cartel que os inserto, tendrá lugar el próximo sábado, 15 de diciembre a las 20.30 h en el Auditorio S. Francisco de Monzón (Huesca)
En él contaremos como solista con la participación de la prestigiosa soprano Mª Eugenia Boix y como director invitado, una de las figuras internacionales más importantes del mundo de la música, el maestro Hopkinson Smith.
¡Me encantaría veros y poder felicitaros la Navidad personalmente!
Descarga gratis todas las obras que vamos a interpretar en Free guitar ensemble scores with voice and other instruments.
New free classical guitar score
Me complace compartir contigo mi propia versión de mi obra «En mi ventana un castillo nº 1»
La partitura está disponible para su descarga gratuita en Free classical guitar scores
Espero que te guste.
Un buen trabajo
Estoy seguro que en algún momento de tu juventud, como a mi, como a todos, te dijeron alguna vez…«ojalá encuentres un buen trabajo».
Es un deseo positivo, lleno de buena voluntad y no cabe duda que es un muy buen deseo para cualquier ser humano de este planeta.
El trabajo es necesario para vivir, para mantener a tu familia, para sentirse realizado…
Pero si preguntáramos a varias personas qué significa para ellos «tener un buen trabajo» estoy también convencido que obtendríamos muchas y variadas respuestas.
Hoy quiero compartir contigo un pequeño gesto que me ocurrió hace unos días y que me hizo reflexionar sobre lo que significa realmente tener un «buen o un mal trabajo».
Pues bien, una mañana lluviosa me acerqué a la oficina de correos a recoger una caja llena de las famosas cápsulas de Nespresso de las cuales somos unos fans incondicionales en casa.
Después de una moderada cola me acerco a la ventanilla, entrego el DNI, firmo…hasta aquí todo normal, y ahora viene lo verdaderamente excepcional, la dependienta de correos me entrega la caja, me mira a los ojos y me dice…«espero que te guste» ,
yo sorprendido respondo con una tímida sonrisa y le doy las gracias y me voy por la calle pensando en lo excepcional de su respuesta.
Nunca nadie me había dicho nada igual al entregarme un paquete.
¿Cuantos paquetes habrá entregado en su vida a completos desconocidos?
¿Cientos, miles…?
Si lo analizamos fríamente podríamos pensar que buscar entre un montón de estanterías el paquete adecuado, rellenar el formulario y entregarlo a la persona correspondiente no es, lo que diríamos un trabajo maravilloso ni excitante, pero, y aquí está la clave de esta historia, todo depende de los ojos con que se mire y con la actitud con que realices este trabajo.
Ahora vamos a darle un punto de vista distinto a este aparéntemente monótono trabajo.
Imagina sólo por un momento que eres depediente de correos, piensa en el montón de sueños e ilusiones ocultas que encierran los paquetes que te rodean, en las esperanzas que hay depositados en ellos, pueden contener cualquier cosa: ropa, regalos lejanos de seres queridos, libros, comida, buenas noticias, fotos ..
Las personas que se acercan a recibirlos de tus manos se sienten ilusionadas y ansiosas por abrirlos y tú tienes el privilegio de ser la cara visible que se los entrega.
¿Verdad que ahora ya no lo ves de la misma manera?
Esa sencilla frase que me regaló la dependienta de correos, es un signo evidente de que ella sí comprende perfectamente la riqueza y excepcionalidad oculta que encierra su trabajo, se siente una mensajera de buenas noticias y es que, la mayoría de las veces, no es tan importante lo que hacemos sino el significado que damos a lo que hacemos