Sabiendo que cuando nos dejamos llevar por cualquier emoción conflictiva como el orgullo, el enojo, el apego, los celos…nace un gran sufrimiento en nosotros que se extiende al mundo y, por tanto, a los demás, abandonamos todo tipo de confort emocional para buscar la auténtica claridad de la mente a través de la meditación.
Estabilizando la armonía, el sosiego y la flexibilidad mental, aparecerán la sabiduría y la auténtica compasión que brotarán de forma natural de nuestro corazón.